Ayer descalzo, hoy benefactor

Cuando Lenny Peters era un niño que jugaba a las canicas entre los frondosos manglares de la empobrecida India, tenía un deseo primordial: ser el mejor en todo lo que hiciera. Nacido en el seno de una familia cristiana, y siendo parte de una minoría en aquella parte del mundo, Lenny era consciente de forma innata de los obstáculos a los que se enfrentaba. Con una sabiduría que con creces superaba su edad, Lenny adoptó una filosofía sencilla: trabajo duro y oración. Nunca habría podido imaginar lo lejos que lo llevaría su fe y su afán de superación, ni cuánto bien haría en su camino.

En Ayer descalzo, hoy benefactor, Lenny cuenta la inspiradora historia de cómo el hijo menor de una familia de Kerala, en la India, se abrió camino hasta la facultad de medicina, se lanzó rumbo a Londres y se estableció en Carolina del Norte como un médico consumado. No satisfecho con proporcionar una atención médica estándar, Lenny se convirtió en un investigador de talla mundial y fundó los Centros Médicos Bethany, una red revolucionaria que trata a todo el que atraviesa sus puertas con lo mejor que puede ofrecer la medicina.

La fe determinó el rumbo, y las maravillas lo acompañaron a Lenny con cada paso. Creó un vasto imperio inmobiliario y un próspero consultorio médico a partir de un curso de finanzas personales de un colegio comunitario. Su fascinación por los negocios lo llevó no solo a crear instalaciones sanitarias y de investigación muy necesarias, sino también a fundar un banco para comunidades desatendidas que ahora opera en cuatro estados. Durante todo eso, luchó contra los prejuicios que encontró como profesional de color con un "acento gracioso", convirtiendo cada dificultad en una oportunidad y aprendiendo que el perdón y la aceptación otorgan la gracia.

Y lo que es más importante, Lenny nunca ha olvidado sus raíces. La Lenny Peters Foundation comparte su abundancia con los menos afortunados, tanto aquí como en la India. Su historia pionera en medicina, finanzas y filantropía es la prueba de que los milagros llegan a quienes tienen fe... en Dios y en sí mismos.