Introducción. El sujeto y el poder
Pienso que, en vista de la crisis económica actual y los conflictos y oposiciones importantes que se están manifestando entre países ricos y pobres [.], uno puede avistar el surgimiento de una crisis de gobierno. Por gobierno me refiero al conjunto de instituciones y prácticas, que van desde la administración hasta la educación, mediante las cuales se encamina la conducta de las personas. Me parece que, hoy en día, este conjunto de procedimientos, técnicas y métodos que garantizan que unas personas gobiernen a otras está en crisis [.] Es posible que nos encontremos ante el comienzo de una gran crisis relacionada con la reevaluación del problema del gobierno.
FOUCAULT, 2000C: 295-296.
Olvidar a Foucault es el provocativo título de un libro de Jean Baudrillard publicado en la década de 1970 (Baudrillard, 1977). Difícilmente pudo haberse imaginado Baudrillard que, casi 30 años después de la muerte del historiador y filósofo francés Michel Foucault (ocurrida en 1984), la recepción y apreciación de su trabajo iban a ser aún más importantes que cuando vivía. En la actualidad, es prácticamente imposible delinear exhaustivamente la literatura secundaria de su obra. Incluso un recuento muy superficial y selectivo, uno que se enfoque únicamente en monografías y volúmenes editados, revela que el impacto de Foucault y su famosa «caja de herramientas» no se han limitado a la filosofía y la historia: Foucault ha sido una inspiración para una gran variedad de disciplinas y campos del conocimiento que van desde la ciencia política, la sociología, las ciencias de la información, los estudios de género y la criminología hasta los estudios poscoloniales.1
Hay, por lo menos, tres razones que explican el extraordinario y duradero interés científico que ha provocado el trabajo de Foucault. En primer lugar, una gran variedad de fuentes teóricas y tradiciones intelectuales informan su obra. Entre sus profesores se incluyen el historiador de la ciencia Georges Canguilhem y el filósofo marxista Louis Althusser. A su vez, mantuvo una amistad muy cercana con el filósofo Gilles Deleuze, además de una serie de correspondencias con representantes del movimiento estructuralista tales como Jacques Lacan y Claude Lévi-Strauss. Por otra parte, Foucault situó su trabajo en relación con la tradición historiográfica de la escuela de los Annales (Deleuze, 1988; Eribon, 1994a; Davison, 1997).
La segunda razón por la que el trabajo de Foucault ha atraído un interés enorme que atraviesa fronteras disciplinarias es la impresionante gama temática de sus áreas de investigación. El profesor de «Historia del pensamiento» del famoso Collège de France se involucró con objetos de estudio sumamente heterogéneos en el transcurso de su carrera académica. Escribió una «historia de la locura» (2006), pero también un programa teórico para un análisis del discurso (1972); llevó a cabo investigaciones históricas sobre la invención de los hospitales (1973) y las prisiones (1977), y fue autor de un buen número de textos sobre arte y literatura (véase, por ejemplo, 1981). Foucault también escribió un libro sobre la emergencia de las ciencias modernas de la lingüística, la economía y la biología (1970), e indagó, mediante una «historia de la sexualidad», en la pregunta sobre la manera en la que los seres humanos se constituyen como sujetos morales (1985b, 1990).
En tercer lugar, el interés actual en Foucault se relaciona con que un gran número de sus textos se han publicado o traducido en tiempos recientes. Irónicamente, la obra de Foucault se ha incrementado significativamente desde su muerte debido al gran número de ambiciosos proyectos editoriales y publicaciones póstumas que han surgido desde entonces. En 1994, se publicó en francés Dits et écrits [Dichos y escritos], una colección que reúne todos los textos cortos que escribió el filósofo (artículos, entrevistas, prefacios y más). La publicación de esta colección abrió el camino para una nueva etapa en la recepción de Foucault. Escritos que se encontraban dispersos o eran difíciles de hallar ahora forman parte de estos cuatro volúmenes, los cuales han sido traducidos a muchas otras lenguas, ya sea parcialmente o en su totalidad. Además, cerca de la mitad de las conferencias que Foucault impartió en el Collège de France entre 1970 y su muerte, en 1984, se han publicado en los últimos 13 años, y está previsto que las demás salgan a la luz en la siguiente década.
En su texto titulado «The Subject and Power» [«El sujeto y el poder»], Foucault ofrece una sistematización retrospectiva de su trabajo teórico. Afirma aquí que su trabajo se ha «ocupado de investigar tres modos de objetivación que transforman a los seres humanos en sujetos» (2000k: 326). Su interés se concentra en la investigación de la tríada analítica constituida por las formas de conocimiento, las tecnologías del poder y los procesos de autoformación. Es la constitución mutua de estas formas, así como su correspondencia sistémica, lo que Foucault se dedicó a indagar mediante distintas herramientas conceptuales y desde perspectivas divergentes. Incluso si no se puede describir a Foucault como un filósofo político en un sentido clásico, él mismo declaró su interés en la «reelaboración de la teoría del poder» (1980c: 187). En este contexto, la noción de gubernamentalidad juega un papel decisivo.
Gubernamentalidad es un neologismo derivado de la palabra francesa gouvernemental, que significa «relativo al gobierno» (véase Senellart, 2007: 399-400). Esta palabra era conocida incluso antes de que figurara como un término central en la obra de Foucault. Roland Barthes ya había utilizado este «neologismo bárbaro pero inevitable» (Barthes, 1989: 130) en los años cincuenta para referirse a un mecanismo ideológico que presenta al gobierno como el origen de las relaciones sociales. Para Barthes, la gubernamentalidad se refiere al «Gobierno presentado por la prensa nacional como la esencia de la eficacia» (Barthes, 1989: 130). Foucault incorpora esta «dimensión [de] feo nombre» (Foucault, 2007: 115), pero la desvincula del contexto semiológico. La gubernamentalidad para él ya no hace referencia a una mitológica práctica simbólica que despolitiza las relaciones sociales, sino que representa la «racionalización de la práctica gubernamental en el ejercicio de la soberanía política» (Foucault, 2008: 2).
El presente libro explica con lujo de detalle el papel y las dimensiones de la noción de gubernamentalidad en la obra de Foucault y más allá de ésta. Sostengo que Foucault revisó y elaboró la «genealogía del poder» en la segunda mitad de la década de 1970, y que en el centro de esta reorientación teórica se encuentra la noción de gobierno que se volvería un «hilo conductor» (Foucault, 2007: 363) para su trabajo de investigación de los años siguientes. Esta idea desempeñó un papel decisivo en su obra, pues colocó la cuestión del poder en un contexto más amplio. En primer lugar, la gubernamentalidad es una mediadora entre el poder y la subjetividad, y posibilita la investigación de la forma en que distintos procesos de dominación se vinculan a las «tecnologías del yo» (Foucault, 1988), así como del modo en el que las formas de gobierno político se articulan con prácticas de autogobierno. En segundo lugar, el problema del gobierno explica la cercanía de los vínculos que hay entre el poder y el conocimiento, y ayuda a dilucidar aquello que Foucault llamó, en textos anteriores, el nexo del «saber-poder» (véase, por ejemplo, Foucault, 2000l).
Foucault introdujo la noción de gobierno como una «crítica necesaria a las concepciones comunes de poder» (Foucault, 1997f: 88). Los contornos teóricos de esta idea se aclararán más adelante, cuando la comparemos con el concepto de poder del que Foucault trata de escaparse y de superar, es decir, de la representación «jurídico-discursiva» del poder (Foucault, 1980b: 82). El primer capítulo de este libro comienza con una breve descripción de esta idea tradicional del poder y de la crítica que Foucault hace de ella. Argumento que Foucault tuvo solamente un éxito parcial en su intento por reemplazar el concepto jurídico y negativo del poder por una explicación estratégica y positiva de éste. No consiguió evaluar los procesos de subjetivación más allá de la constitución de cuerpos disciplinados, ni tampoco pudo explicar cómo es que la multiplicidad y heterogeneidad de las relaciones de poder se integran y se articulan dentro de formas de gobierno generales. El concepto de la gubernamentalidad que surgió de los cursos impartidos en el Collège de France en 1978 y 1979 representa la respuesta de Foucault a estos dos problemas. La siguiente parte de este primer capítulo ofrece una breve exploración de la «historia de la gubernamentalidad» que Foucault reconstruye en dichas conferencias. En la última parte, profundizo en algunos de los desplazamientos teóricos que el concepto de gubernamentalidad ha provocado en el análisis foucaultiano del poder y que llevó a Foucault a comprender de manera más compleja la política y la ética.
El segundo capítulo analiza las implicaciones metodológicas y teóricas de la «genealogía del Estado moderno» (2007: 354) que Foucault discute en las conferencias de 1978 y 1979 en el Collège de France. Mi argumento es que este método se distingue...