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La osteopatía craneal
El concepto craneal
Los huesos del cráneo son maleables. Un cráneo no es una masa compacta inerte, posee una micro-movilidad: es una respiración en flexión (expansión) y extensión (retracción) Estos diferentes diámetros se estiran y se encogen según la flexión o la extensión de una micro-distancia palpable por manos experimentadas. Las membranas duramadre soportan y participan en esta vida, dinamizando así todas las partes del cuerpo humano.
Por otra parte, el cráneo y el sacro están conectados entre sí y con todo el organismo por las membranas de tensión reciproca. Estas se encuentran constantemente bajo tensión. Estas membranas se forman en la médula espinal que se prolongan hasta las meninges.
A comienzos del siglo XX, W.G. Sutherland descubrió, a través de la observación y de la palpación, dos propiedades Fisiológicas fundamentales que forman la base de la osteopatía craneal:
Un movimiento en las sutures craneales
Un impulso lento, rítmico, en el interior del cráneo que se manifiesta bajo la forma de una expansión y de una retracción en un ciclo de 12 periodos /mn distinto de los ritmos pulmonares y cardíacos. Esta onda es igualmente palpable al nivel del sacro y a lo largo de todas las cadenas musculares y aponeuróticas
W.G SUTHERLAND llama a este conglomerado fisiológico: "Mecanismo respiratorio primario" o M.R.P
Esta respiración de los tejidos nerviosos, o M.P.R, permanece autónoma e involuntaria, debido a la movilidad de células gliales del sistema nervioso. Su función es, por lo tanto, independiente.
Definición: células gliales: El tipo de célula más abundante en el sistema nervioso central; las células gliales rodean y protegen a las neuronas.
¿Cómo y por qué medios se dinamiza el M.R.P?
Por la movilidad inherente al cerebro y a la medula espinal.
Los hemisferios cerebrales están formados por una gran cantidad de células nerviosas motrices envueltas en un tejido de células nutritivas y protectoras llamadas "neuroglia". Estas células de apoyo tienen como objetivo evitar los contactos entre las neuronas. Ahora bien, estas células poseen un movimiento innato, perceptible por los neurocirujanos durante las intervenciones intracraneales. Marcan un ritmo de 8 a 14 movimientos por minuto.
Para visualizar este movimiento, imaginase una medusa que se dilata y luego se encoge.
Es esta fuerza la que permite movilizarse a los huesos del cráneo.
Esta energía se transmite a través del "liquido céfalo raquídeo" o L.C.R, cuya producción proviene directamente de la contracción de las células de la neuroglia provocando olas de fluctuación que dinamizan la movilidad craneal.
¿Cuál es la función del Liquido céfalo-raquídeo (L.C.R) ?
Tiene muchas propiedades, entre ellas proteger al cerebro:
Es un "salvavidas hidráulico" que amortigua los choques. El L.C.R protege de las presiones excesivas de líquidos durante los intercambios entre la sangre y la linfa. De este modo, tras una lesión craneal, la tensión de las suturas o la dilatación de una membrana puede comprimir el encéfalo, aumentando localmente la presión sobre algunas áreas cerebrales. Una falta de fluctuación del L.C.R indica una falta de movilidad craneal.
Otra función, y quizá la más importante, es que el L.C.R está en relación con la linfa, es decir, con el sistema inmunitario.
En resumen, todo el cuerpo este bañado por el L.C.R así como los tejidos conjuntivos, la aponeurosis y los músculos.
El volumen de Líquido céfalo-raquídeo (LCR) es de 120 a 150 ml
El LCR pasa de los ventrículos laterales al tercer ventrículo a través del agujero de Monro. Luego se une al cuarto ventrículo por el acueducto de SYLVIUS, y baja a la medula espinal por la aponeurosis el agujero de Luschka. (BRIZON y CASTAING)
Este MRP es, por lo tanto, definido por una cadena de ondas y una fluctuación del LCR. ¿Pero, es suficiente?
¿Este mecanismo es suficiente para actuar?
Por supuesto que no. Ya que un mecanismo pone en juego un conjunto de funciones de texturas diferentes representadas por las membranas intracraneales (las meninges) e intraespínales (que van del cráneo al sacro) Habrá, por lo tanto, continuidad de arriba abajo y viceversa.
Las membranas duramadres, cubren la pared del cráneo y separan el cerebro sagitalmente en dos: la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo, y después horizontalmente: la tienda del cerebelo
Un pequeño recordatorio de la anatomía humana nos muestra que la hoz del cerebro separa este cerebro en dos hemisferios. Es vertical y mediana. En su parte anterior se encuentra el cuerpo calloso que es un elemento muy importante ya que forman una pasarela entre los dos hemisferios.
La tienda del cerebelo, que recubre este cerebelo, se extiende transversalmente para subdividir el cerebro en dos partes: superior e inferior.
El cruce, detrás del cráneo, entre hoz y tienda, es muy importante puesto porque es por donde pasan los nervios fundamentales (como el trigémino o el nervio motor ocular común) o de venas llamadas "senos" que intervienen en el drenaje del cráneo.
Todo el drenaje, de casi el 95% de la sangre venosa, se puede realizar gracias a la acción conjunta de las membranas de tensión reciproca y de la maleabilidad de los huesos del cráneo, es decir, a través del M.P.R.
La hoz del cerebelo se prolonga en la columna vertebral por las membranas intra-espínales hasta el sacro.
Se organiza el vínculo entre la parte superior y la parte inferior. Esta relación cráneo-sacro muestra con claridad la interdependencia entre esas dos esferas y sus influencias reciprocas cuando se producen traumatismos, estrés, parto etcétera.
¿Cuál es el papel y la función de la estructura ósea en la dinámica craneal?
Es la movilidad de los 29 huesos que forman el cráneo la que asegura esta dinámica. Esta movilidad se organiza alrededor de puntos de pivote óseo permitiendo la formación de ejes de movilidad gracias a los cambios de bisagras de las suturas que unen a los huesos entre sí.
En la periferia, las suturas
Los huesos están unidos entre sí mediante diferentes tipos de suturas:
Las Suturas de encadenamiento son aquellas que presentan dientes alargados que se encajan entre sí.
Las Suturas recubiertas son aquellas en donde el hueso superficial está envuelto por el hueso subyacente. Esto se realiza en función del movimiento fisiológico de cada hueso.
Estas suturas permiten un crecimiento armónico. En caso contrario, el cráneo presenta deformaciones que la mayoría de las veces preocupan a los padres, joroba etc.
La estructura sutúrale del embrión tiene tres capas que más tarde aumentaran hasta alcanzar las cinco.
La capa externa, llamada ligamento sutural, es una zona de tejido conjuntivo que une los dos bordes de la sutura. La capa siguiente está compuesta de células osteogenias (Son las que producen las células del crecimiento) El espacio entre los ligamentos está repleto de fibras de tejido conjuntivo suelto. Esto sirve de vínculo a la sutura y les da movimiento a los huesos craneales perceptible por la terapia cráneo-sacral. Este movimiento favorece, igualmente, la circulación de la sangre en los vasos y la buena troficidad de las fibras nerviosas ubicadas al mismo nivel que las suturas.
La sutura se encuentra en el sitio donde el hueso es más vulnerable a las fuerzas de fractura. Actúa como una "juntura de dilatación"
Las suturas transversales (coronales, por ejemplo) aseguran el crecimiento antero posterior del cráneo y del rostro, mientras que las suturas sagitales (la sagital, por ejemplo) dirigen el crecimiento en sentido transversal.
En el centro: La sínfisis esfeno-basilar
Es la articulación más importante. Está en relación íntima con las regiones vitales del sistema nervioso central: el hipotálamo, la hipófisis, la epífisis, el cordón medular, la medula espinal, el cuerpo calloso, quiasma óptico etc... Una buena movilidad craneal estimulará esas estructuras anatómicas.
A partir de este mecanismo central, todos los huesos periféricos y centrales funcionaran al mismo tiempo, como una rueda dentada.
La movilidad craneal tiene dos tiempos: la inspiración o flexión craneal, y la espiración o extensión craneal.
Habría, por lo tanto, correspondencia, interrelación y complementariedad entre la función y la estructura ósea. La movilidad del sistema nervioso envía sus ondas de L.C.R a la estructura craneal.
¿Qué sucede cuando se produce la movilidad de la sínfisis esfeno-basilar?
La hoz cerebro y la tienda del cerebelo se ponen en tensión, provocando un estiramiento de las membranas duramadres hacia arriba. Estas membranas, que se prolongan en la columna vertebral hasta el sacro, impulsan una oscilación involuntaria del sacro entre los dos ilíacos. La flexión sitúa el sacro en posición horizontal y la extensión en posición vertical.
Así, esta "respiración" craneal, favorece un buen drenaje cerebral. En efecto, las venas gruesas o senos...