Los monólogos de Ludovico es la segunda novela con que nos sorprende William Castaño-Bedoya. En esta obra, el autor de la también conmovedora Flores para María Sucel, reafirma sus dotes de recreador de la profundidad humana.
Poco a poco, Castaño-Bedoya nos va llevando por el mundo de Ludovico. En un comienzo el lector podrá pensar que se trata de un personaje que se propone mostrarnos su limitado y aburrido mundo, pero en la medida en que el relato avanza, vamos descubriendo un orbe primario y elemental al que no le faltan sus interpretaciones, sus sentimientos, su compasión y sus pasiones.
No obstante, la grande y dolorosa paradoja de esta novela es que el lector enfrenta el drama que Ludovico padece y le cuenta de manera inconsciente. El drama de su vida, restringida por su escasa comprensión, por su visión desobediente y su oído torpe, que lo condenan a un entendimiento fraccionado que él trata de llenar con su fantasía. El drama de quien lleva adentro una insospechada ironía y cuya simpleza nos lleva de forma inesperada a las fronteras de la risa y el llanto. Ludovico vive, como un velo invisible, la doble carencia de expresar su mundo y de entender el de afuera.
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Produkt-Hinweis
Fadenheftung
Gewebe-Einband
mit Schutzumschlag
Maße
Höhe: 222 mm
Breite: 145 mm
Dicke: 16 mm
Gewicht
ISBN-13
978-1-7369168-5-8 (9781736916858)
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Schweitzer Klassifikation
William, escritor colombo-americano cuya prosa elocuente captura las profundidades de la experiencia humana, se formó en un entorno multicultural. Tras emigrar a Estados Unidos en la década de 1980, actualmente reside en Coral Gables, Florida, donde continúa explorando la complejidad del alma humana a través de su escritura.Reconocido por su estilo de escritura profundo, humano y vivencial, las contribuciones literarias de William son notables. En "Los mendigos de la luz de mercurio", desnuda la injusticia social provocada por los excesos del extremismo y la politización del sufrimiento como herramientas de control político. En "El Galpón, recrea cómo el conformismo aletargado atenta contra la relatividad del éxito, mientras que la desconfianza y la excesiva ideologización política conforman el trasfondo de una solapada doble moral que empuja a los protagonistas hacia un manoseo ético.En "Flores para María Sucel", William reflexiona sobre el viaje de una familia que lucha desesperadamente por mantener cuerpo y alma juntos, desgarrada por sus exilios internos. Por su parte, en "Los Monólogos de Ludovico", explora el impacto de la frustración y la impotencia como factores que conforman el absurdo. Su novela más reciente, "Nos Vemos en Estocolmo", profundiza en la complejidad del proceso creativo, la amistad y los sacrificios necesarios para perseguir una pasión compartida. Cargado de sarcasmo, el título refleja la aspiración lejana de obtener el codiciado Premio Nobel de Literatura. Para William y sus personajes, Estocolmo encarna tanto una utopía irónica como un símbolo del espíritu inquebrantable de la tertulia.